Nos encontramos en el subte, y sé que esto es un sueño.

Pasó tanto tiempo… Ya no sé de que hablarte, no tengo tema.

Entonces decido tomarte la mano para establecer contacto. Es la única forma, al final, la única que me interesa. Disfruto de esa magia de volver a verte; pasaron tantos años que ya no sé quienes fuimos, menos quienes somos.

Pero que lindo es verte, tomarte la mano y acariciarla.

Y esta vez la racionalidad se impone, pero muy sutilmente y me hace preguntarme: ¿Este encuentro es en el pasado o es en el presente? ¿Es un sueño realmente?

Intento interpretar el sueño dentro del sueño: ¿Por qué tendría el deseo de encontrarte? ¿Que me querré decir con este sueño?

Luego de pensar un rato llego a las siguientes conclusiones: que lo lógico sería que si esto fuese un sueño, lo sería pero del 2006, como mucho 2007; y sino, esto es un encuentro en la Línea A, y ya.

No importa.

Te disfruto y te tomo la mano solamente, y te miro, y disfruto de ese momento al máximo, el viaje en subte dura tan poco…

Pero la duda me gana y te pregunto:

-Perdón... ¿En que año estamos?

(Tu reacción de sorpresa y tu respuesta tan seria me llena de realismo y me preocupa.)

-¿Cómo que año? 2010…

-¿Si? ¿Qué día’?

(No podés creer mi sorpresa, yo menos.)

-Hoy es 15 de junio del 2010… ¿Por?

(No puede ser…)

Mañana es 15 de Junio.